CBD para dejar de fumar

Last updated on 27 October 2021

CBD para dejar de fumar – Introducción

Muchos estudios publicados en revistas biomédicas indican que el CBD puede ayudar en el tratamiento de la adicción. En particular, dos estudios en el Reino Unido han demostrado tener el potencial de ayudar a la gente a dejar de fumar cigarrillos.

Desde comienzos del siglo 20, fumar ha sido un problema que extendido por toda Europa. Durante muchos años, el consumo de tabaco ha sido la causa evitable de muerte más grande en la Unión Europea. Una estimación de 100 millones de personas son actualmente fumadores diarios en Europa. Según otro estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco continúa siendo la primera causa de muerte en el mundo, matando aproximadamente 6 millones de personas cada año y causando pérdidas económicas estimadas en más de medio trillón de dólares.

Además, dentro de los problemas médicos que puede provocar el tabaquismo se incluyen: la dificultad para respirar, exacerbación del asma, infecciones respiratorias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer (de pulmón, laringe, orofaringe, esófago, tráquea, bronquios,, leucemia mieloide aguda, estómago, páncreas, riñón, uretra, colon, cuello uterino y vejiga), enfermedades coronarias, infartos de miocardio, enfermedad vascular periférica aterosclerótica, derrames cerebrales, osteoporosis, fracturas de cadera, cataratas, ceguera, periodontitis, aneurisma aórtico, impotencia e infertilidad.

Con la creciente popularidad del CBD para tratar la adicción, las personas han descubierto que puede ser una excelente alternativa a fumar cigarrillos. En Europa, hay supermercados en Suiza que están vendiendo cigarrillos de CBD conocidos como “Marijuana Lite”. Muchos usuarios fuman cigarrillos de CBD para ayudar a quitarse el hábito.

¿Una adicción a la nicotina o el hábito de fumar tabaco?

Si bien parece que la teoría aceptada sobre la adicción a las drogas es que se trata de una enfermedad crónica y recurrente a nivel cerebral, la cual se caracteriza por el deseo imperioso de buscar y de consumir drogas, provocando un deterioro en el control sobre su uso a pesar de las consecuencias negativas¹, lo que hace que cada vez sea más cuestionada por muchos expertos².

Es más, al menos dos estudios han encontrado un porcentaje de personas que se recuperan de su adicción a lo largo de su vida que supera el 80% en casi todos los casos³. A partir de los resultados de estos estudios, también se descubre que la adicción al tabaco es la que tiene una tasa de abandono más baja.

Lo que ocurre con la drogadicción en general, y con el tabaquismo en particular, es atribuir el problema a una enfermedad cerebral causada por un agente farmacológico, mientras que en la base de todas las conductas adictivas lo que se establece es un hábito.

Ese hábito que se establece, más que por los efectos de la sustancia en sí, es gracias a las conductas que se realizan en torno a su búsqueda y consumo. Teniendo en cuenta que el hábito, como en el caso del tabaquismo, es tan versátil para una persona que lo hace tanto si está en una animada conversación, como cuando está en un estado depresivo, o esperando el autobús, y, en definitiva, generalizado a casi todos los aspectos de la vida, excepto el sueño. Es precisamente esta versatilidad y generalización que hace que el tabaquismo sea tan especial y difícil de superar para algunas personas.

Y los hábitos, al ser conductas, son los que son difíciles de corregir y es importante permitir ayudarte a dejarlos para que de verdad la decisión funcione a largo plazo.

¿Qué dice la ciencia sobre el uso del CBD para dejar de fumar?

Un estudio sobre el CBD realizado por Freidbert Weiss produjo resultados positivos a la hora de usar CBD para tratar la adicción. Aunque este estudio en particular fue realizado en ratas con adicción condicionada al alcohol o la cocaína, da luz al poder del CBD como una manera efectiva de curar la adicción. Los investigadores han especulado durante algún tiempo que “las drogas que alteran el sistema endocannabinoide pueden ser un tratamiento efectivo para la adicción a la nicotina”, pero se necesita una mayor investigación.

Hay a su vez dos estudios recientes realizados por la Universidad College London en Londres sobre la efectividad del CBD para dejar el tabaco. El primer estudio dio a 12 fumadores un inhalador de CBD y a otros 12 fumadores un placebo para que usaran siempre que pudieran tener ganas de fumarse un cigarrillo. Los investigadores encontraron que aquellos usando el inhalador CBD redujeron su ingesta de cigarrillos un 40 por ciento, mientras que aquellos usando el placebo no tuvieron cambios significativos.

En mayo de 2018, otro estudio a ciegas y aleatorizado sobre el uso del CBD en este tratamiento en el Reino Unido, donde 30 fumadores dependientes recibieron 800 mg de CBD oralmente o un placebo idéntico se les enseñó entonces “fotos con marcas de tabaco” y examinaron los síntomas de abstinencia, los antojos, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

En la vida real, estas “señales de tabaco”, podrían ser situaciones donde las posibilidades de volver a fumar son mayores, como en las fiestas, mientras se bebe, o fumando con amigos. Lo que encontraron fue interesante: una sola dosis de 800mg de CBD pudo ayudar a reducir el “placer” que da el fumarse un cigarro comparado con el grupo del placebo, especialmente cuando los participantes se habían abstenido del consumo de cigarrillos toda la noche.

Cannabis para dejar de fumar – ¿Cómo funciona?

El hecho es que el dejar de fumar es más que superar una adicción física, es también el proceso de romper un hábito, lo cual es difícil y puede causar mucho estrés al fumador dependiente. El fumar flores ricas en CBD o vapear líquidos de CBD podría aliviar el estrés y la ansiedad y, a su vez, mantener el hábito de necesitar algo que fumar.

Hay que recordar que la nicotiva es capaz de activar la liberación del neurotransmisor llamado serotonina, mientras que el CBD es capaz de activar en el cerebro los recepctores 5-HT1A (llamado receptor de histamina) que a la larga genera una mayor disponibilidad de seretonina, por lo que el hecho que el CBD también naturalmente reduce la ansiedad y ayuda a relajarse son unos de los muchos beneficios añadidos para ayudar a las personas a matar el hábito.

Muchos fumadores fuman simplemente porque disfrutan el hecho de inhalar una sustancia para ayudarles a mantenerse relajados y el consumo de CBD puede ayudarles a vencer esta adicción a la nicotina.

El aceite de CBD

Se extrae del cáñamo y legalmente contiene 0,3% o menos de THC. Su uso se ha vuelto tan popular que ahora está disponibles alrededor del mundo.

Muchas de las técnicas más efectivas a la hora de dejar de fumar envuelven el reemplazamiento de tus hábitos de fumador con nuevos y más sanos hábitos, como ir a dar un paseo después de comer o tomar una taza de té durante el tiempo que normalmente tendrías un cigarrillo. Remplazar los cigarrillos de tabaco con cigarrillos de CBD no es una solución a largo plazo, pero puede definitivamente ayudar en la transición.

Por tanto, es más sano optar por fumar CBD o tomarlo de forma oral, como un aceite o como comestible como los dulces o el chicle. Hay estudios que han demostrado que tomando una dosis diaria de CBD puede ayudar a recuperarse a los adictos y dejar de tomar otras sustancias a su vez, como los opioides o la cocaína.

Referencias

1. Disponible en: https://www.drugabuse.gov/publications/drugfacts/understanding-drug-abuse-addiction [↩]
2. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/282211489_Que_es_y_que_no_es_la_adiccion_Evidencia_cientifica_disponible [↩]
3. Lopez-Quintero, C., Hasin, D. S., de los Cobos, J. P., Pines, A., Wang, S., Grant, B. F., Blanco, C. 2011. Probability and predictors of remission from life-time nicotine, alcohol, cannabis or cocaine dependence: Results from the national epidemiologic survey on alcohol and related conditions. Addiction, 106(3), 657-669; doi: 10.1111/j.1360-0443.2010.03194.x; Heyman, G. M. 2013. Quitting drugs: quantitative and qualitative features. Annual Review of Clinical Psychology, 9, 29-59. doi: 10.1146/annurev-clinpsy-032511-143041. [↩]